Estuve lejos de las pistas por un rato, pero espero que consideren que la espera no sea en vano tras leer un par de las ideas que les traigo esta vez, como siempre, esperando puedan tener una nueva perspectiva de cómo construir sus mazos, al cerrar la pestaña de su navegador.

Esta vez comentaré uno de los nuevos comandantes que la edición más reciente nos ha traído para explorar, más no porque me fue impuesto o por que saqué el palito más corto cuando los estaban asignando: fue verdaderamente amor a primera vista.

Verán, llevo cocinando una idea en el quemador de atrás por meses, y hasta la llegada de Strixheaven, no había podido encontrarle un comandante adecuado al mazo. Evalué a Rielle, the Everwise como una buena opción, pero su identidad de color tan limitada hizo imposible llegar a puerto el plan. Armé incluso a Yurlok of Scorch Thrash con este plan, pero sin éxito al final.

No fue hasta Codie, Vociferous Codex, que todas las piezas del rompecabeza empezaron a caer en su lugar. Cada una preparando el espacio para que la siguiente pudiese encajar, con una armonía cuasi-divina, en búsqueda de la completitud de un todo absoluto y perfecto. Precioso.

A modo de trailer de lo que vendrá, les advierto que con nuestro comandante el juego, no podremos lanzar más de un tercio de nuestro mazo. Pero antes de que alcen sus trinches y antorchas por que les mostraré otro mazo-meme, les pido me escuchen: no vamos a lanzar ninguno de esos hechizos de criatura pero -por el poder de las 3 “R” del reciclaje- nuestro plan de victoria será atacar con todas ellas y ganar por daño de combate.

Bueno, quizás si es otro mazo-meme.

Pero no recojan aún sus herramientas de turba furiosa, que les prometo todo este show tiene una razón de ser y el final es algo no tan descabellado. Acordemos lo siguiente: si aún no les puedo sacar una sonrisa al final de mis líneas, me pueden perseguir hasta la cima del monte donde se emplaza amenazante mi macabro castillo, lugar donde estas oscuras elucubraciones toman lugar y ridículas propuestas de memes jugables agarran forma (los esperaré con pancito, traigan jugo y donde sentarse).

Lo primero, si, nuestro profesor de reciclaje debe ser presentado de una manera adecuada:

(P.H.D. Pending)

Codie tiene una estricta regla sobre cómo comportarse en su clase: nada de comer en el salón, ni lanzar hechizos de permanentes, o avioncitos de papel. Ello excluye a 10 de los 11 aviones de esta lista https://www.xataka.com/otros/11-aviones-papel-dificiles-hacer (¡El número 6 te sorprenderá!), y lanzar hechizos de encantamiento, planeswaker, artefactos y, más importante para nuestro caso de estudio, criaturas.

Sin embargo nuestro profesor ofrece una ventaja muy relevante, una que justifica la limitante que nos impone para asistir a su cátedra: pagando cuatro maná de cualquier color y girándolo, agregamos un maná de cada color, dándole la libertad de incluir a toda clase de alumnos en su aula, rampeando por uno y arreglando colores. Señal de alta academia!

Adicionalmente, su activación permite -al lanzar el siguiente hechizo del turno- revelar cartas del tope de nuestra biblioteca y lanzar el primer instantáneo o conjuro que aparezca, sin pagar su coste, siempre que tenga un coste de maná convertido menor que nuestro hechizo lanzado.

Shhhh…

Con eso fuera del camino, queda sólo dar pie a la lección que nos convoca: las 3 “R” que nos enseñará nuestro maestro, a saber i) Reducir; ii) Reciclar; y iii) Reutilizar. Los puntos relevantes de la habilidad del profesor serán destacados según la lección así lo requiera.

Reducir!

Si bien uno pensaría que esta sección hace relación a preferir productos que en su empaquetado y fabricación usen una mayor cantidad de elementos que se transformarán en residuos de fácil gestión tras su uso y así reducir nuestra huella de basura para que futuras generaciones tengan planeta donde habitar, la realidad es otra:

Uno de los pilares de nuestro mazo es preferir hechizos que, en su coste de maná convertido y efectos, lidien con la mayor cantidad de problemas, transformándolos en residuos que puedan ser fácilmente gestionados, y llegar vivos al late game.

Así las cosas, hay 2 tipos diferentes de hechizos que nos ayudarán a este fin: aquellos encaminados a gestionar nuestros propios desechos y los que nos ayudan a identificar los desechos de nuestros oponentes, instando a que puedan disponer de ellos en lugares autorizados.

Los primeros son efectos de “rummage” (hurgar), y “loot” (saquear), que básicamente implican descartar para luego robar cartas, o robar primero y después descartar cartas, respectivamente. Cathartic Reunion, y la nueva Thrilling Discovery son ejemplos del primer efecto, mientras que Ancient Excavation y Ideas Unbound lo son para el segundo.

Estas cartas nos permitirán llenar nuestro cementerio de manera selectiva para la ejecución de nuestro plan final. Mientras más criaturas tenga, pues, mejor será. Recuerden que es importante separar los residuos, y las criaturas que allí lleguen deben ser consideradas para sus decisiones de juego, en especial si lograron dar con alguno de los amables recolectores de basura con Dredge. Golgari Thug, Shambling Shell y Stinkweed Imp -por nombrar a algunos- permitirán saltarte una instancia de robo para recuperar a la criatura desde el cementerio, a cambio de moler las primeras cartas de tu biblioteca.

De más queda decir que esta habilidad tiene una sinergia potente con los efectos de rummage, como bien sabrá cualquier jugador de formatos donde los mazos Dredge son la razón por la que un tercio del sideboard lo ocupan cartas para enfrentarse a sinergias de cementerio.

Por el otro lado, así como con las obras de caridad, el entrenamiento físico y las visitas a la abuelita enferma, si una persona que recicla no intenta promocionarlo a los demás para obtener puntos sociales de “buena persona”, ¿realmente ayudó al planeta con su actuar?

¡Pues claro que no! Necesitamos que los demás estén al tanto de nuestra afinidad con la naturaleza, y se sientan compelidos a felicitarnos por nuestras buenas acciones, y ojalá, hagan lo suyo por ayudar a la sagrada madre tierra.

Esto, en nuestro plan de juego, se traduce a hechizos que detengan los planes de tus oponentes, y en lo ideal, de una manera que no llene sus cementerios de criaturas. Por ello, preferimos aquellas opciones que devuelven permanentes a sus manos, bibliotecas o los exilian sin más, como Hallowed Burial, Coastal Breach y Play of the Game, respectivamente.

Nuestro plan, en general, no requerirá de casi ningún permanente en juego antes de nuestro gran final, por lo que siempre será una solución más dolorosa para quienes se sientan al otro lado de la mesa. Pero ya saben como va el dicho: “Nada más peligroso que aquél que no tiene nada que perder [al tirar un boardwipe]”. Después de todo, ¡ya es momento de que se sepa que la historia está del lado de quienes se preocupan por el planeta!

Reciclar!

Pues bien, antes de proseguir, una aclaración viene al caso: si bien un hechizo de criatura no puede ser lanzado por el controlador de Codie, la habilidad de ciclo de una criatura no está restringida de ninguna manera y es el principal motor de nuestro plan maestro. (Tanto así que incluso hice espacio para agregar un incasteable Fluctuator en la lista). Lo mismo aplica para cualquier otra habilidad que una criatura tenga. Por ello, es posible descartar Waker of Waves, activar el lanzar fuego de Chartooth Cougar o usar cualquier habilidad de Kenrith, the Returned King.

Por ello, la gran mayoría de las criaturas que posee el aula de Codie tiene ciclo, ya sea de tierra, o a secas, permitiendo desechar adecuadamente las criaturas que robemos, apoyando la búsqueda de más herramientas e inflando nuestro cementerio para el esperado final pirotécnico.

Preferimos grandes criaturas, con el objeto de que su impacto en la mesa sea mayor, cuando el momento llegue. Titanoth Rex, Void Beckoner y los nuevos Angel of the Ruins y Ruin Grinder son buenos ejemplos de ello.

A raíz de estos dos últimos, viene al caso destacar que, en forma adicional a propiciar una adecuada gestión de residuos, jugar con criaturas que por dos maná nos permiten buscar tierras, hace perfectamente viable manejar un mazo de 5 colores con únicamente 28 tierras, sin temer quedar corto de algún color para lanzar nuestros hechizos (especialmente si consideramos la habilidad activada de Codie). Pero para que esto sea efectivamente viable, se vuelve de gran importancia pensar en que tierras serán incluidas en nuestra exclusiva lista de asistencia. Lo más sensato sería usar tierras duales con tipos de tierra básica, como shocklands. Pero en forma adicional, y siguiendo con las temáticas de reciclaje, están las Cycle Lands de Amonkhet y los triomas de Ikoria, todos con tipos relevantes de tierra básica y la habilidad de ir al cementerio para robar una nueva carta, de ser necesario.

Ojalá reimpriman los Triomas como las demás tierras con ciclo, ya están bastante caros…

Una sinergia a destacar respecto de este punto, es con Life from the Loam, la que nos permite recuperar aquellas tierras que fueron desechadas, para luego recuperar el conjuro por su habilidad de Dredge, al ciclar las tierras recuperadas (ahora imaginen esto con el Fluctuator en mesa. Sublime). Esto rápidamente se convierte en un motor de llenado de cementerio con difícil interacción desde tus oponentes, ya que no hay ningún permanente que destruir en la mesa.

Reutilizar!

Finalmente, imagino que ya tienen una idea de cual es el gran final a nuestro ciclo virtuoso: ¡reutilización masiva de todos los residuos!

La más evidente manera es por medio del clásico Living Death, que elimina lo vivo y revive lo muerto, de un solo movimiento. Una opción menos arriesgada, ya que sólo traería al juego los permanentes que tu propio cementerio posea, es Eerie Ultimatum. Y, de no estar Codie en juego, también puedes tratar suerte con Herald of the Forgotten, pero nótese que únicamente regresará aquellos permanentes con la habilidad de ciclo, lo que excluye a ciertos miembros de la clase.

Sin embargo, lo que sólo Codie puede hacer, por sobre cualquier otro comandante ya existente, es jugar con -para todos los efectos prácticos- Living End en tu zona de comandante. Así es, el clásico de Modern volvió.

La pregunta real es, ¿alguna vez se fue de nuestros corazones?

Esto es un cambio radical en la estrategia de juego, y únicamente requiere de dos restricciones de construcción del mazo: no jugar con ningún otro instantáneo o conjuro de coste 1 o menor y  una saludable cantidad de hechizos de coste 2.

Como funciona, es que al activar a Codie cuando lances el mencionado Life from the Loam, así como los clásicos hechizos de rampeo por tierra, Farseek, Nature’s Lore y Edge of Autumn, pero también nuestros efectos de auto-reducción, como Cathartic Reunion y Ideas Unbound, dado que el único objetivo válido de nuestra pseudo cascada es Living End, podemos lanzarlo sin pagar su coste, usando la habilidad de nuestro comandante.

Si entre las criaturas revividas resulta estar Kenrith, the Returned King en ese mismo turno podrán atacar, arrollando por sobre cualquier resistencia que tus oponentes hubiesen obtenido como efecto de nuestro Living End, ojalá, eliminando al jugador más peligroso de la mesa, recientemente desprovisto de parte de su arsenal.

No obstante de todo lo anterior, una carta de Strixheaven pinta una incluso mejor imagen, merecedora de los efectos pirotécnicos que prometí: First Day of Class. Imaginen lo siguiente:

Codie, profesor de reciclaje, está listo para abrir su semestre de clases, por lo que inocentemente declara -en la mitad del patio del colegio- ¡primer día de clases!

Su potente alarido resuena por los pasillos de aquél establecimiento educacional, haciendo temblar los cimientos del mismo, algo que se acostumbra en sus lares, no por nada le llaman el códice vociferante. Un elemento adicional, sin embargo, está presente en el aire. Una presencia potente se yergue sobre el campus, oscureciendo el soleado día que hasta hace unos momentos parecía bendecir la jornada.

De golpe, una fisura temporal se manifiesta en la mitad de la fuente central, y alaridos endemoniados de muertos vivientes comienzan a escucharse escapando de él, pronosticando lo que seguirá. Nuestro querido profesor no entiende lo que ocurre en un primer momento, pero para cuando logra identificar el problema, ya es demasiado tarde como para volver atrás. Sus últimos pensamientos serán “maldito seas Lukas, y tus mazos-meme”, agitando un puño hacia el cielo. De haber tenido uno, claro.

Luego, desde la grieta se comienzan a manifestar toda clase de bestias, robots, mutantes, dragones, serpientes y dinosaurios. Enormes entidades se alzan desde un bolsillo astral, creado entre planos, con una sola idea en su recientemente creada mente mente:

¡No puedo llegar tarde al primer día de clases!

El resultado, naturalmente, es un ejército de criaturas apuradas por llegar a tiempo a su respectiva aula, con la clara intención de que se waifu/husbando les note, envalentonadas en su andar -por poseer una tostada a medio comer en la boca- al momento en que surcan a grandes zancadas los recientemente vacíos pasillos de la academia, en búsqueda del salón correspondiente. Como habrán escuchado o leído por allí, ese es el material del que se fabrican los sueños.

En ningún escenario sensato postulo que este es un buen mazo para cuando quieran ganar, ni que sería un posible contrincante que se cruzarían en su campeonatos de gente elegante. Pero si les aseguro que será viable de hacer reír a una mesa que no se espere que Codie se convierta en el necronomicón de un momento a otro. Con ello, he aquí mi lista:

Una vez más, muchas gracias por leer mis vueltas sin sentido práctico, pero enorme valor histórico (¿?).