Lukka y Vivien habían logrado escapar de la emboscada de Jirina y los cazadores gracias al Tigre al que perseguían, quien los salvó al alejarlos de la batalla volando. Si bien el objetivo de Lukka era matarlo, él ya los había ayudado en dos situaciones, haciendo su plan para volver a casa más difícil. Finalmente, Lukka decide que para volver a casa solucionaría el problema con el Ozolito; logrando así una victoria para la humanidad.

Jirina y los cazadores pierden a Lukka y saben que no podrán alcanzar a una bestia voladora en sus condiciones actuales. Por ello, llaman a un globo mediante bengalas y los lleva a Puertoaereo, donde contratan al barco volador más rápido para poder alcanzarlos, el Vermilion. Para hacerlo, Jirina tiene que hacer una promesa de pago de la tesorería de Drannith. Gracias a un cristal especial y la sangre que extrajeron provisoriamente del tigre de Lukka durante la breve batalla que tuvieron, son capaces de seguir el rastro de la dupla hasta poder encontrarlos.

Encuentros Inesperados

Mientras Lukka, el tigre y Vivien volaban, él sintió que la energía de los cristales los llamaba hacia un punto en particular. El tigre también lo sintió y comenzó a descender en esa dirección; no entendía muy bien lo que pasaba, al parecer alguien los llamaba. Aterrizaron en una formación de cristales, donde se encontraba una vinculadora llamada Brin, quien les dijo que ella lo llamó. Les explicó que los monstruos se pueden comunicar entre ellos por medio de los cristales y les presentó a “su monstruo”, un mapache rosado llamado Roland. Lukka no entendía por qué ponerle nombre a “sus monstruos”, ya que no son más que herramientas.

Roland le dijo a Brin (los monstruos no hablan, pero comparten sentimientos y pensamientos con sus vinculadores) que había un monstruo que no conocía que llevaba a su humano al Ozolito, por lo que creyó pertinente avisar que el camino estaba más complejo de lo normal. Ella también sentía que algo extraño pasaba en ese cristal pero, al intentar acercarse hacía poco tiempo atrás, fue atacada por bestias hostiles del tipo pesadilla que parecían estar custodiándolo.

Ya que su objetivo era el mismo, Lukka y Brin se alían para llegar al Ozolito. Brin además convoca a dos otros vinculadores para ayudar. En la reunión, ellos no entienden por qué Viven quiere ayudar y ella les explica que es una caminante de planos y la existencia de múltiples planos. También les dice que sospecha que otro caminante de planos está interviniendo en el Ozolito, y quiere ayudarlos para evitar que suceda algo como en su plano natal Skalla, que fue completamente destruido por Nicol Bolas.

La batalla del Ozolito

Los cinco humanos y las cuatro bestias viajaron juntos hacia el Ozolito; el cual estaba custodiado por las bestias que describieron antes. La estrategia era simple; ya que Lukka logró eliminar el control del Ozolito sobre su tigre, era el mejor candidato para poder hacer algo frente a esta amenaza. Por ello, Lukka debía llegar lo más rápido posible al cristal mientras el resto distraía a las pesadillas.

La ejecución del plan fue un éxito. Las pesadillas atacaban, mientras que los vinculadores los distraían y Vivien invocaba criaturas para luchar gracias a su Animarco. Lukka y su tigre volaban a toda velocidad esquivando a las distintas pesadillas que los arremetían de todos los frentes y siendo cubiertos por los vinculadores. Finalmente, Lukka logra llegar al cristal y lo toca con la palma de su mano. Cuando esto ocurre, todo a su alrededor desaparece.

Al mismo tiempo, desde la distancia observan la pelea Jirina, los cazadores y la tripulación del Vermilion, algo confundidos por la situación. Se pueden ver monstruos peleando entre ellos y humanos ayudando, lo cual es extraño para todos en el barco. Desde ahí logran divisar al tigre volador, por lo que Jirina comanda luchar y traer a Lukka vivo a toda costa.

La voz en el cristal

Lukka despierta en un espacio color naranja, piensa que es una imagen mental que el cristal le está proyectando y una voz le responde que este es un mundo creado por su mente para interpretar la información que llega desde el cristal. Quien le responde le indica que él también está conectado al cristal, por lo que puede escuchar lo que piensa y hablarle mediante el cristal.

La voz en el cristal le dice a Lukka que su nombre no importa, afirma que él es quien cambió al Ozolito y le dice que es una herramienta sumamente poderosa. Le explica que los cristales son nodos de la energía natural del plano y, mientras más grande el cristal, más poderosa es la conexión. Gracias a ella, él es capaz de acelerar las tendencias naturales de las bestias, dándoles un pequeño empujón para que despierte su agresividad real.

La voz le pregunta a Lukka qué es lo que quiere realmente, a lo que responde que quiere poner fin a todo esto y mantener su ciudad a salvo, Lukka reconsidera que esto no sería suficiente para poder volver a la ciudad y que lo acepten luego de todo lo ocurrido. La voz le pregunta una vez más qué es lo que quiere y Lukka responde luego que quiere volver a casa, pero sabe que lo perdió todo. La voz le muestra a Lukka la pelea que está ocurriendo afuera, donde puede ver a Jirina y la tripulación, recién llegados a la pelea, luchando contra los vinculadores y las pesadillas, y le pregunta por tercera vez qué es lo que quiere. Lukka se da cuenta de lo que realmente quiere y se lo dice a la voz: la fuerza para tomar lo que quiere.

La historia continuará la próxima semana con la conclusión del arco de Lukka. ¿Quién será el planeswalker manipulando el Ozolito? ¿Será Ashiok por las pesadillas que lo cuidaban? ¿Será Oko jugando con el plano y causando estragos? ¿Podrá ser un nuevo planeswalker que nunca hayamos visto? Cuéntanos qué opinas en los comentarios y no olviden seguir nuestra fan page de facebook y también nuestras demás redes sociales: twitterInstagrampatreon y  youtube donde frecuentemente agregamos contenido nuevo.