Buenos días comandantes, bienvenidos a la tercera parte de la historia de Mirrodin, si no han leído las dos primeras partes pueden hacerlo aquí: Parte 1, Parte 2 .

En este artículo se concluye la historia del bloque original de Mirrodin, aunque no la historia del plano.

Memnarch Contraataca

Glissa y Slobad habían logrado destruir al Avatar de Kaldra, y al liberar el quinto sol de Mirrodina, habían dañado los planes de Memnarch, sin embargo, no tuvieron tiempo de celebrar, ya que fueron capturados por elfos viridianos en una emboscada.

El dúo fue llevado a la ciudad de VIridian, donde se encontraron con la hermana de Glissa, Lyese, a quien creían muerta. No fue una reunión feliz, ya que Lyese culpaba a Glissa de la muerte de sus padres, la destrucción de su aldea y de todos los desastres que estaban sucediendo.

Glissa y Slobad permanecieron encarcelados por varios días, hasta que se les llevó a juicio. Frente al concejo de los elfos, Glissa se defendió de las acusaciones, mientras Lyese buscaba una condena; al final Glissa fue declarada inocente, Lyese furiosa por el veredicto la ataco, y ambas cayeron de la plataforma donde se llevaba a cabo el juicio.

Mientras ambas hermanas se recuperaban de la caída, un vehículo volador se estrelló en la aldea, era Bruenna, quien venía buscando ayuda.

Hace algunos días, Bruenna y los Neurok se encontraban en pláticas con los Vedalken para forjar una alianza, aunque Bruenna no confiaba mucho en ellos, ya que varios Vedalken aun tenían inclinaciones hacia Memnarch. Pero las conversaciones no duraron mucho, ya que fueron interrumpidas por un ejército de niveladores que emergió del mar de mercurio, y Bruenna apenas logró salir con vida.

uno de los niveladores (Leveler)

Glissa no tuvo tiempo de pedir más explicaciones, ya que, en ese instante, los ejércitos de máquinas atacaron. Glissa, Slobad y Bruenna no tuvieron más remedio que huir de la ciudad, con varios niveladores persiguiéndolos.

Los tres decidieron separarse para eludir mejor a las máquinas, y luego reagruparse en la ciudad de Taj-Nar, para pedirle ayuda a Rashka y los Leonin. Pero Slobad decidió seguir a Glissa, ya que comprendió su verdadera intención, la cual era ir de vuelta al núcleo de Mirrodin a enfrentar nuevamente a Memnarch, y no quería dejarla ir sola.

Glissa y Slobad lograron dejar a sus perseguidores, y llegaron al núcleo por medio de la recién creada laguna verde, pero en la entrada, Malil les cerro el paso.

El núcleo de Mirrodin (Mirrodin’s Core)

Tras un corto intercambio de golpes, Glissa se dio cuenta que Slobad no estaba, Malil aprovechó la distracción para herir a Glissa, y se burló de ella diciéndole que los nuevos planes de Memnarch ahora incluían a su amigo goblin.

Entonces Glissa vio a un grupo de enormes Vedalken mutados, ellos habían sido quienes capturaron a Slobad, y ahora venían por ella. Glissa intento resistirse, pero fue dejada inconsciente por un ataque mental de los Vedalken, sin embargo, antes de que lograran capturarla, Bruenna (quien también había seguido a Glissa) lanzó un hechizo de teletransportación para salvar a Glissa y huir del núcleo.

Nuevos Enemigo y Viejos Amigos

Bruenna reapareció en el campamento de Raksha, y logró que llevaran a Glissa con un médico.  En el campamento se encontraron de nuevo con Raksha, quien les informó, que en este momento los leonin se encontraban en batalla con un ejército de zombies del Mephidross, más coordinado y agresivo que los que habían combatido antes.

En el campamento también estaba la hermana de Glissa, Lyese, quien había logrado escapar del ataque a la ciudad de los elfos. Ambas hermanas, dados los acontecimientos actuales, decidieron reconciliarse; Glissa también estaba preocupada por Slobad, pero Raksha le dijo que estaba seguro que el goblin no se rendiría.

En este punto el grupo decidió dividirse, Bruenna iría una misión de reconocimiento, para encontrar a Geth; mientras Glissa y su hermana se dirigirían a las montañas de Oxidda, para encontrar al clan Krark de goblins y buscar formar una alianza contra Memnarch.

Mientras tanto en el núcleo de Mirrodin, Malil se encontraba torturando a Slobad, cuando Memnarch le dio una nueva misión de ir a los pantanos del Mephidorss, y reveló que necesitaba a Slobad para construir una nueva máquina para extraer la chispa de Glissa. Malil salió a su misión, mientras Memnarch continuo con las torturas.

Las hermanas elfas lograron llegar a las montañas, pero fueron emboscadas por un vulshok llamado Vektro y una banda de goblins, quienes decían venir de parte de Dwugget, quien era ahora el líder de todos los goblins de Mirrodin.

Glissa y su hermana fueron retenidas y el grupo comenzó a dirigirse a la ciudad de los goblins, pero no paso mucho tiempo, antes que fueran atacados por un grupo de Skyhunters (Leonin Skyhunter). Los leonin incapacitaron a los goblins y liberaron a las elfas.

Raksha entonces se revelo como el líder del grupo de Skyhunters, el traía la cabeza cercenada de Geth, la cual aún no estaba muerta y traía un mensaje. El nuevo líder del Mephidross era el vampiro Vert, este había capturado a Bruenna, pero estaba dispuesto a liberarla, y a retirar a los ejércitos de zombies, solo si Glissa se presentaba ante él.

Glissa accedió a rescatar a Bruenna, mientras Raksha y Lyese se dirigían buscar respuestas con los goblins.

Glissa y un grupo de skyhunters llegaron al trono del Mephidorss, pero todo salió mál inmediatamente, y todos menos Glissa y un leonin fueron muertos por los zombies. Los sobrevivientes fueron capturados.

En el calabozo, Vert se reunió con Glissa, y le dijo de como luego de que ella lo dejo atrás con Geth, este lo dejo como comida para el vampiro original, pero este no lo mató, sino que lo transformo en otro vampiro, Vert luego escapo, y creo más y más vampiros.

Este ejército de vampiros había tomado el control del Mephidross, y eran quienes habían destruido el cuerpo de Geth, el cual sobrevivió solo gracias a su magia nigromántica.

Vert, entonces intento alimentarse de Glissa, pero lo detuvo un dolor paralizante. Glissa comprendió que Vert trabajaba para Memnarch, y este quería a Glissa viva.

El último de los skyhunter aprovecho el momento, y se sacrifico para permitir a Glissa escapar de su celda. Ella siguió con la búsqueda de Bruenna, y la encontró rodeada de extraños cables brillantes, y sin pensarlo, se lanzo al rescate.

Bruenna desapareció, y una luz brillante lleno toda la habitación.

Cinco Años Después

El Glimmervoid, en el arte de planechase

Cuando Glissa recupero el conocimiento, se encontraba en el Glimmervoid (Glimmervoid), con ella estaba la cabeza de Geth y Bruenna con un rostro lleno de cicatrices.

Bruenna le explico a Glissa, que ella nunca estuvo ahí, que Glissa había activado una trampa al entrar en la habitación, un hechizo que la detuvo en el tiempo, y habían pasado cinco años desde ese evento. Mientras tanto la guerra había continuado, la ciudad de los leonin había sido destruida, el pantano del Mephidross se expandía cada día más, los Vedalken y los vampiros habían forjado una alianza para destruir a los enemigos de Memnarch.

Solo hasta hace poco, Bruenna encontró el lugar donde mantenían a Glissa, y logró deshacer el hechizo.

 Glissa no tuvo tiempo acostumbrarse a su nueva realidad, porque en ese instante unas máquinas voladoras (de modelos que ella nunca había visto) atacaron. Glissa y Bruenna lograron destruir las máquinas, pero esto alerto a Memnarch del regreso de Glissa.

En el núcleo de Mirrodin, Memnarch decidió acelerar sus planes, él había torturado a Slobad hasta el punto en que este no tuvo más salida que aceptar sus condiciones, luego lo había conectado a una máquina que le daba control de todas los artefactos constructores del planeta, y le dio la orden al goblin de remodelar a Mirrodin.

Durante años, Slobad había estado conectado a la máquina, sobreviviendo solo a base del suero que le era inyectado, durante todo ese tiempo siguió las ordenes de Memnarch, y ahora que estaba a punto de terminar, el goblin decidió que Memnarch no debía ganar.

La Alianza de Mirrodin

Bruenna puso al corriente a Glissa sobre la situación actual, y la llevo a la fortaleza del clan Klark, ante los líderes de la resistencia contra Memnarch:  Dwugget, Yshkar, and Lyese.

Yshkar era el nuevo líder de los leonin, ya que Raksha había sido exiliado hace tres años, luego de que detonara una bomba de mana en la antigua ciudad de los leonin, para obligar a su población a huir y evitar una confrontación con los ejércitos de Memanrch. Hace tres años que no se tenia noticia de él, por lo que se presumía muerto.

Dwugget, por su parte le explicó a Glissa, que la salida del quinto sol de Mirrodina, había causado enorme confusión en los goblins, los antiguos lideres fueron derrocados por los goblins en pánico, y, Vektro y su banda habían aprovechado esa situación para tomar el control. Pero con la llegada de Raksha y Lyese, Vektro fue derrotado y ahora, Dwugget era el líder de los goblins.

Bruenna, luego explico, que todos los Vedalken habían mutado, y ahora eran una raza de gigantes seres telepáticos, que dependían de el suero de las blinkmoth para sobrevivir. Y junto con los vampiros eran sirvientes de Memnarch.

Glissa al final se reunió con su hermana Lyese, y se sorprendió al conocer que ella ahora era la esposa del líder de Yshkar, pero no tuvieron tiempo de hablar más, ya que en se produjo un ataque.

Las fuerzas del vampiro Yert, atacaban la fortaleza. Antes de comenzar la batalla, Bruenna le entregó a Glissa un brazalete mágico, con un hechizo de teletransportación, y le indico que buscara al líder de las fuerzas enemigas, ya que debería llevar un artefacto para controlar a los zombies, y si se le era arrebatado, los defensores tendrían mayor posibilidad de victoria.

Geth se ofrecio acompañar a Glissa, e identificar el líder del enemigo.

Glissa, eludiendo a zombies y vampiros, recorrió el campo de batalla buscando al líder del enemigo, y lo encontró, pero era Yert en persona quien dirigía las fuerzas. Yert había tomado rehenes, y exigía que Glissa se rindiera, ella por su parte noto que Yert llevaba el artefacto de control, sin dudarlo uso el brazalete para teletransportarse detrás de Yert, arrebatarle el artefacto, y usó magia verde para hacer explotar al vampiro.

Con el artefacto en su poder, y los rehenes a salvo, Glisa uso el artefacto de control para hacer que los zombies regresaran al Mephidorss. Pero, cuando Glissa bajo la guardia, Malil la embosco y le arrebato el artefacto, y, acto seguido huyo hacia la laguna verde.

Los defensores aun estaban luchando contra vampiros, Vedalken, niveladores y bestias mecánicas, así que Glissa decidió perseguir a Malil para recuperar el artefacto.

Glissa en persecución llego a la laguna verde, pero no lograba alcanzar a Malil, pero en ese lugar, este fue emboscado. Era Raksha, quien vivía en exilio en ese lugar, entre ambos guerreros, combatieron a Malil y destruyeron al golem de una vez por todas, recuperando el artefacto de control.

La Guerra de los Niveladores

Glissa estaba feliz por volver a ver a Raksha, pero este estaba más interesado en información de la alianza. Raksha le advirtió a Glissa que no confiara en su hermana, ya que no era ella realmente.

Raksha entonces le contó a Glissa que hace 5 años al llegar a la fortaleza de los goblins, él y Lyesse, habían sido atacados por un ogro, y cuando él despertó encontró a Vektro muerto y a Lyesse haciendo un trato con Dwugget. Dos años después, él había sorprendido a Lyesse plantando una bomba de mana en la ciudad de los leonin, y al confrontarla se enteró de lo que había sucedido en realidad en la fortaleza del goblin.

Velktro trabajaba para Memnarch, y luego de que fueran atacados por el ogro, había transferido su mente al cuerpo de Lyesse, y desde ese día, se ganó la confianza de Yshkar, por lo que cuando Yshkar los encontró con la bomba, este no creyó a Raksha, y por eso fue exiliado.

Luego de escuchar la historia de Raksha, Glissa quiso liberar a su hermana inmediatamente, pero Raksha le aconsejo que, deberían derrotar primero a Memnarch, para que así la victoria fuera completa, por lo que ambos compañeros decidieron planear el siguiente paso.

Mientras tanto, en la fortaleza de clan Krark, la batalla se perdía. Los defensores habían perdido su apoyo aéreo, y los magos estaban exhaustos.

Yshkar, reunió a los lideres de la alianza para planear una retirada, momento que aprovechó Lyesse/Velktro para apuñalar al leonin, pero Dwugget (quien sabía la verdad desde el inicio, pero estaba siendo coaccionado por Velktro) se armó de valor, y ataco a Lyesse/Velktro con un cohete.

El impacto causo que Velktro perdiera el control del cuerpo de Lyesse,  y, mientras Bruenna usaba magia de curación en los heridos, Dwugget les informo todo lo que sucedió, y como Velktro había plantado una bomba de mana en la fortaleza para mantener a los goblins en raya.

Bruenna y unos ingenieros (Krark-Clan Engineers) aprovecharon la bomba, activándola y teletransportándola en medio de las fuerzas atacantes.

El Desvanecimiento

Raksha, Glissa y Geth llegaron al núcleo de Mirrodin, pero lo encontraron completamente diferente, ya que el bosque de Mycosynth había sido removido, y en su lugar enormes torres se levantaban, y una reja metálica envolvía el núcleo del planeta.

Un pequeño Memnite controlado por Slobad, salió a su encuentro, e intento advertirles que era una trampa, pero no sirvió de mucho, ya que en segundos fueron rodeados por clones de Malil.

El grupo de Glissa fue llevado frente a Memnarch, quien estaba esperándolos. Él agradeció a Glissa por haber venido al núcleo por su propia cuenta, ya que era el momento preciso para que todos sus planes surtieran frutos.

Memnarch había obligado a Slobad a convertir el plano entero en una máquina de transferencia para chispas de planeswalker, todos los seres vivos en el plano eran el combustible, y Glissa era la donante de la chispa para la ascensión de Memnarch como planeswalker.

Glissa fue encadenada, mientras se esperaba la activación de la máquina, cuando los cinco soles de Mirrodin estuvieran en su zenit.

Mientras Memnarch esperaba que la máquina se activara, el Memnite de Slobad libero a los prisioneros, Geth invoco una horda de zombies desde la laguna negra, mientras Raksha y Glissa atacaban a Memnarch en la plataforma donde recibiría la chispa.

Memnarch furioso por su impertinencia, cargó contra Raksha y Glissa, arrojando al leonin fuera de la plataforma, y enfrentándose cuerpo a cuerpo con Glissa, ella aprovecho la oportunidad, se sujetó de Memnarch, y uso su magia para causar una explosión, arrojando a ambos directo al núcleo de poder de la máquina.

En ese momento la máquina de transferencia se activó.

Una ola de energía recorrió la superficie, arrancando las almas de todas las criaturas vivas, y usando esa energía para arrancar la chispa de Glissa.

Pero ahora, no había nadie en la plataforma para recibir la chispa, así que la máquina depositó la chispa en el ser vivo más cercano, Slobad.

El goblin se convirtió en planeswalker, y uso su nuevo poder para liberarse de su prisión, aunque pensaba que ya no importaba nada, ya que sus amigos estaban todos muertos, pero entonces Karn apareció frente a él.

El golem planeswalker había intentado por años volver a Mirrodin, pero Memnarch le impedía inconscientemente la entrada, ahora con Memnarch destruido por fin logro regresar.

Memnarch y Slobad discutieron sobre todo lo que había sucedió, Slobad creía que ya no hbaia nada que hacer, pero Karn le informo que aun estaba a tiempo para poder devolver la vida a las almas sacrificadas, pero que Slobad perdería la chispa de planeswalker.

Slobad no dudó, y le dijo a Karn que no le importaba el multiverso, solo que sus amigos vivieran.

Karn entonces tomo la chispa de Slobad, y la uso para conjurar un hechizo que tomaba las almas y las devolvía a sus cuerpos, también destruyo las trampas de alma que había usado Memnarch hace mucho para captura almas, lo que hizo que los seres capturados volvieran a la época y plano de donde habían sido tomados como si nada hubiera pasado.

Glissa, entonces se reunió con Slobad, Karn les dijo, que si quieran podían irse de vuelta a su plano original, como lo habían hecho muchos de sus amigos, o podían quedarse y servir como los guardianes de Mirrodin. Glissa y Slobad decidieron permanecer en Mirrodin.

Revelaciones

Karn decidió investigar, que había sucedido para que Memnarch terminara así. Lo que encontró lo dejo horrorizado.

Hace milenios cuando Urza construyo al golem, había utilizado como base el núcleo de un phyrexiano (Heartstone), este era un contenedor para el aceite que servía como la sangre vital de los phyrexianos, y luego de mucho tiempo este sufrió daños, y desde ese entonces comenzó a dejar pequeños rastros del aceite por todos los mundos que Karn visitaba.

Este aceite era increíblemente peligroso, ya que dentro de cada gota estaban todos los planos para construir un nuevo phyrexiano, y era usado por la antigua Phyrexia como un virus para esparcir su corrupción, destruir pueblos enteros y convertirlos en nuevas tropas

Karn también había dejado un rastro de aceite en Mirrodin, y Memnarch en uno de sus viajes lo encontró, y sin pensarlo simplemente, limpio el extraño aceite. Este acto fue suficiente para que Memnarch fuera infectado, y aunque era demasiado poderoso para ser controlado, si hizo que poco a poco perdiera la cordura e iniciara sus planes de convertirse en planeswalker.

También el Mycosynth que había plagado a Mirrodin, era un producto del aceite y había comenzado a convertir a Mirrodin en una nueva Phyrexia, Memnarch aun en su demencia había contenido su progreso eficientemente, pero ahora que este ya no estaba, el Mycosynth  se había descontrolado.

Karn se vio a sí mismo como el culpable de todo, y decidió encerrarse en la antigua fortaleza de Memnarch, para intentar contener el daño y para impedir aun más planos sufrieran el mismo destino que Mirrodin.

Hasta la próxima entrega de viernes de lore en Landfall, nos despedimos deseando que puedan poner a prueba sus mazos desde la seguridad y comodidad de su hogar en esta cuarentena. Recuerden que nos pueden seguir en nuestro fan page de facebook, también en nuestro twitterInstagrampatreon y también en nuestro canal de youtube donde siempre hay novedades.