Todos los viernes vivo la ansiedad de saber dónde podré alcanzar a jugar. Tengo un jefe que se le ocurre hacer una dinámica grupal ese día que va variando en cómo nos sentimos en la empresa, cómo queremos mejorarla y cómo queremos mejorar nuestro trato hacia los clientes por lo que siempre termino pidiendo la hora.

Juego Magic; cartas raras para algunos, Mitos y Leyendas con plata dicen otros y para la mayoría, un ñoño de tomo y lomo, cosa que no me da vergüenza admitir, porque independiente que no soy un jugador experimentado, en estas cartas he encontrado más que nada satisfacciones morales, amigos y gente hablando tú mismo idioma; porque felicidades monetarias las hay, si vemos las cartas como una inversión.

Desde que tenía 13 años comencé a jugar, en esa época era toda una odisea juntar el dinero para un sobre y las cartas se tranzaban entre amigos, doradas por doradas, tres comunes por una infrecuente y el valor era solo el que podía tener en tu mazo, se usaban sin protectores y tu playmat, la baldosa del patio del colegio. No existían listas de mazos, el meta era el mazo rojo y no existían premios en sobres, por lo que hoy, casi 20 años después, ver cómo ha evolucionado el juego hace que cada vez que pueda jugarlo me sienta parte de su historia.

Hoy es viernes, día de FNM, viernes de celebrar los cumpleaños del mes en la oficina, de correr a alguna tienda que comience a las 19:30 su torneo porque calculando el tiempo no llegaré a ninguna antes; viernes de que no se si las modificaciones del mazo tendrán frutos.

Mi mazo funciona siempre tan bien en mi mente, mis manos son perfectas, los mejores turnos se resuelven en mi imaginación y veo en ella que podré recibir la cartita promo del mes que no he podido ganar los otros 3 viernes, aunque sé que en un par la vendí y en el otro quedé corto de tierras en dos rondas.

Son las seis de la tarde, aun no sacan la torta del refrigerador y todos creen que están en el happy hour conversando de la vida, subiendo historias en Instagram y picoteando papitas, no puedo irme, la excusa del médico ya no resulta además entre los celebrados esta Laura, pelirroja, es como una Chandra para los entendidos, lee comics, juega rol y quiere aprender a jugar Magic, es tan perfecta y mágica para mí.

18:27hrs, ya sacaron la torta y comenzaron a ponerle las velas, son tres los celebrados así que la haremos cortita, cantamos, comemos y ahí cada uno es libre actuar.

18:51hrs, Laura me habla y me da las gracias nuevamente por regalarle la figura de colección que le faltaba; si supiera todo lo que tuve que hacer para conseguirla, solo por ver esa sonrisa y como se iluminaban sus pecas ese día, me pregunta por mis cartas y recuerdo que si quiero ganar la carta en diez minutos más tendría que estar tomando el metro, en eso ella recuerda que tiene tickets para el teatro y aprovecho de decirle que caminemos al metro así me libro de lo que queda de celebración y salgo rápido.

Ya en el metro, le mando mensajes a un amigo para que me inscriba en el torneo, puede que no alcance a llegar a la primera ronda, no importa sé que podre dar pelea con este mazo, salgo del metro y camino rápidamente la cuadras que me separan de la tienda, sé que lo lograré al menos si tiran la ronda: llegaré antes que tenga un juego abajo.

19:35 Sentado en la mesa medio sudado, busco el mazo en mi mochila mientras mi oponente baraja. Comenzamos el juego y todo sale según lo planeado, en eso bajo a Chandra y recuerdo a Laura, como se reía en el metro y sus pecas se reían con ella, me distraigo, pienso en lo que me dijo que no sabía si su amiga llegaría a la función, quizás me estaba invitando, vuelvo al juego me vibra el teléfono, no quiero mirarlo, vuelve a vibrar y logro ganar la ronda.

Guardo las cartas y miro el celular tres mensajes de Laura, los miro y le contesto.

Tiran la ronda y puede que ésta si sea una noche mágica…

Firmo la papeleta y drop.

 

-A.JANI